Cuatro Preguntas para el 2022
- Alfredo Pérez
- 1 ene 2022
- 3 Min. de lectura
Escribo este primer blog del nuevo año reflexionando sobre los enormes retos, que enfrentamos durante el 2021 en los ámbitos económico, político, social, sanitario y de seguridad, pero, sobre todo, en lo concerniente a las relaciones interpersonales. Sería poco honesto de mi parte dejar de reconocer que las actuales circunstancias de distanciamiento derivadas de la pandemia han afectado profundamente la forma en que nos relacionamos con otros tanto a nivel personal como profesional. Tal vez sólo se trate de una percepción incorrecta de mi parte, pero desde hace algún tiempo me he percatado de que la forma en que muchos individuos han reaccionado ante la adversidad los ha llevado a aislarse, a adoptar una actitud defensiva y muy proclives a estallar a la menor provocación.
Estos días tuve la oportunidad de repasar nuevamente los 24 blogs que escribí durante el último año, y llamó mi atención que una buena parte de ellos estuvieron directa o indirectamente relacionados con la importancia de la empatía como la piedra angular para iniciar, construir y desarrollar relaciones humanas en el entorno de los negocios. Incluso, una de las frases con la que suelo acompañar cada entrega hace referencia a las batallas que cada uno de nosotros ha tenido que enfrentar, y la importancia de intentar ser lo más empáticos posible.
Como bien lo explica el principio filosófico y religioso del yin-yang, en el universo existen dos fuerzas esenciales opuestas y complementarias que permiten mantener el equilibrio. Según esta filosofía, el yin se encuentra asociada a la oscuridad y la pasividad; mientras que el yang lo está a la luz y la actividad. Para que exista cualquiera de ellas, y con objeto de mantener la armonía y el equilibrio, es necesaria la existencia de su contraparte. En Japón al término crisis se le conoce como Kiki, palabra que nos sugiere la posibilidad de aprender sobre las causas que la originaron, y con ello poder transformar la adversidad en hechos positivos y propositivos.
Probablemente no podamos hacer mucho para intentar cambiar las circunstancias adversas que todos estamos enfrentando, pero sí podemos decidir nuestra forma de reaccionar ante ellas. El recientemente fallecido Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, dijo alguna vez: “Las diferencias no tienen la intención de separar, alienar. Somos diferentes precisamente para darnos cuenta de la necesidad que tenemos el uno del otro.” El año que inicia es una magnífica oportunidad para comenzar a construir una mayor armonía y equilibrio, transformar la oscuridad en luz, la adversidad en positividad, y reconocer que nuestra fortaleza como seres humanos radica en las diferencias que tenemos con otros.
Con esta primera entrega del 2022 no pretendo comunicar propósitos de año nuevo difíciles de cumplir, generar expectativas personales imposibles de alcanzar, difundir recetas secretas para cambiar por arte de magia el entorno o las circunstancias personales o propagar frases motivacionales o de inspiración que vuelen llevadas por el viento después de ser leídas. Mi objetivo consiste en compartir con ustedes las cuatro preguntas que forman parte de la llamada Prueba Cuádruple de Rotary International, y que pueden contribuir a ayudarnos a construir y desarrollar mejores relaciones personales.
1. ¿Es la verdad?
2. ¿Es justo para todos los interesados?
3. ¿Permitirá construir buena voluntad y mejores amistades?
4. ¿Será benéfico para todos los interesados?
Si lo que pensamos, decimos o hacemos, tanto a nivel personal como profesional, no cumple con la prueba cuádruple, NO lo pienses, y por favor, NO lo digas y NO lo hagas.
¡Feliz y exitoso 2022!
“La ley fundamental de los seres humanos es la interdependencia. Una persona es una persona a través de otras personas; no puedes ser humano en aislamiento; eres humano sólo en las relaciones.” – Desmond Tutu
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